Hace más de 20 años me especializo en dermatología clínica tratando pacientes de todas las edades.
Me gusta que se sientan a gusto y en armonía con su imagen como parte de un concepto integral de la salud.
La dermatología me apasiona porque es una especialidad muy clínica, donde la piel es manifestación muchas veces de enfermedades sistémicas, orgánicas y anímicas.
El contacto cotidiano con los pacientes es siempre un desafío y estimula la capacitación constante, la incorporación de nuevas técnicas y tratamientos.